Buena parte de las culturas humanas tienen manifestaciones musicales.
Algunas especies animales también son capaces de producir sonidos en forma
organizada; lo que define a la música de los hombres, pues, no es tanto el ser
una combinación "correcta" (o "armoniosa" o
"bella") de sonidos en el tiempo como el ser una práctica de los
seres humanos dentro de un grupo social determinado.
Independientemente de lo que las diversas prácticas musicales de diversos
pueblos y culturas tengan en común, es importante no perder de vista la
diversidad en cuanto a los instrumentos utilizados para producir música, en
cuanto a las formas de emitir la voz, en cuanto a las formas de tratar el ritmo
y la melodía, y -sobre todo- en cuanto a la función que desempeña la música en
las diferentes sociedades: no es lo mismo la música que se escucha en una
celebración religiosa, que la música que se escucha en un anuncio publicitario,
ni la que se baila en una discoteca. Tomando en consideración las funciones que
una música determinada desempeña en un contexto social determinado podemos ser
más precisos a la hora de definir las características comunes de la música, y
más respetuosos a la hora de acercarnos a las músicas que no son las de nuestra
sociedad.
La mayoría de las definiciones de música sólo toman en cuenta algunas
músicas producidas durante determinado lapso en Occidente, creyendo que sus
características son "universales", es decir, comunes a todos los
seres humanos de todas las culturas y de todos los tiempos. Muchos piensan que
la música es un lenguaje "universal", puesto que varios de sus
elementos, como la melodía, el ritmo, y especialmente la armonía (relación
entre las frecuencias de las diversas notas de un acorde) son plausibles de
explicaciones más o menos matemáticas, y que los humanos en mayor o menor
medida, estamos naturalmente capacitados para percibir como bello. Quienes
creen esto ignoran o soslayan la complejidad de los fenómenos culturales
humanos.
Así, por ejemplo, se ha creído que la armonía es un hecho musical
universal cuando en realidad es exclusivo de la música de Occidente de los
últimos siglos; o, peor aún, se ha creído que la armonía es privativa de la
cultura occidental porque representa un estadio más "avanzado" o
"superior" de la "evolución" de la música.
Otro de los fenómenos más singulares de las sociedades occidentales (u
occidentalizadas) es la compleja división del trabajo de la que es objeto la
práctica musical. Así, por ejemplo, muchas veces es uno quien compone la
música, otro quien la ejecuta, y otro tercero quien cobra las regalías. La idea
de que quien crea la música es otra persona distinta de quien la ejecuta, así
como la idea de que quien escucha la música no está presente en el mismo
espacio físico en donde se produce es solamente posible en la sociedad
occidental de hace algunos siglos; lo más común (es decir, lo más
"universal") es que creador e intérprete sean la misma persona.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
No hay comentarios:
Publicar un comentario